Probablemente se dieron cuenta de que no he escrito mucho en estos días, porque se dieron cuenta ¿o no?. En fin, el motivo de mi ausencia fue porque mi chaparrita y yo nos fuimos de viaje mochilero cumpliendo con un compromiso familiar y aprovechamos para turistear por tierras tapatías.
Zapopan
Nuestra primer parada fue en la bella ciudad de Zapopan, no nos pudimos quedar mucho tiempo ya que el itinerario del viaje estaba muy apretado, pero si nos dimos la
oportunidad de apreciar la bella basílica de Zapopan.
Es impresionante ver que la basílica es enorme y al entrar nos dio la sorpresa de que en su interior es realmente muy pequeñita, eso si, siempre con gente devota de la Virgen de Zapopan.
Descansando bajo la sombra de un árbol que estaba en la explanada de otra iglesia, que las hay por montones una muy cerca de la otra, una amable señora que estaba esperando a su hija nos recomendó que fuéramos a Tlaquepaque así que ya teníamos lista nuestra siguiente parada.
Tlaquepaque
Ya habíamos olvidado lo que era la vida nocturna y en Tlaquepaque es muy activa, pero sobre todo muy familiar y toda la gente es muy amable y respetuosa. Nos dijeron que fuéramos al Parían y para allá fuimos.
Qué bonito es lo bonito, cuando es bonito en verdad. El Parían es como un un casco de Hacienda, al centro un patio, en el patio un kiosko y el en el kiosko el mariachi tocando a todo lo que da. Nos sentamos y pedimos unas cazuelitas ¡Ahhh que buenas estaban!.
La nota la puso el cantante al decir:
-Un saludo para todos los que nos visitan con el amor de su vida (mirada romántica entre mi chaparrita y yo) y mañana vienen con sus esposas !!!
JAJAJAJAJA ¡Genial!, Cena, música, tragos y variedad por el mismo boleto 🙂
Después de tanto ajetreo nos fuimos a descansar al hotel, porque apenas era la mitad nuestro viaje y ya estábamos cansadísimos.
Guadalajara
Después de desayunar y de despedirnos del hotel teníamos tres puntos por recorrer en nuestra agenda.
Zoológico
Es increíble la cantidad de personas que estaban esperando entrar al Zoológico, Domingo, vacaciones escolares, niños por montones y es que el paseo vale la pena, pero hacen falta un par de días para verlo todo con calma.
Me gustó mucho el enfoque que tiene, con algunas aves y monos puedes entrar a la jaula y convivir directamente con los animalitos, eso si, guardando distancias y tus pertenencias, porque parece que los changuitos ya se han birlado las llaves de varios visitantes.
Da gusto ver animales tranquilos, bien cuidados, quien sabe cuanto duren los zoológicos, parece que también están en la mira de los protectores de animales, pero mientras son peras o manzanas ya puedo decir que visité uno.
Acuario
El acuario esta pegadito al zoológico, así que es imposible no visitarlo. Bonita la exposición aunque con algunos detalles, por ejemplo, el letrero que advierte que no toques a las rayas muestra fotos de niños … adivinaron.. tocando a las rayas !!! ¡Que alguien me explique!!!.
Otro detalle curioso es que el acuario parece que esta dedicado a la película de Buscando a Nemo, todos los personajes principales que aparecen en la película tienen sus representantes, bueno sólo faltó el dentista y el pelícano 🙂
Centro Histórico
Del zoológico al centro histórico tomamos uno de esos “metrobuses”, caray que buen sistema de transporte tienen en Guadalajara, es rápido, confiable y por 7 pesitos nos llevó de un lugar a otro. Nos bajamos en la estación San Juan de Dios caminamos varias cuadras y ya estábamos muy cerca de Catedral.
Para hacer un recorrido efectivo nos subimos a un turibus que por ochenta pesitos nos dio un recorrido por todos los puntos más importantes del centro de la ciudad de Guadalajara.
La Chata
Después de vagar por el centro aprieta el hambre y se antoja cenar, nos recomendaron un lugar llamado La chata. Al llegar había fila para entrar, recordé una frase de mi padre, “Si tiene gente, es bueno”, entonces este lugar debe de estar buenísimo 🙂
Mientras hacíamos fila le preguntamos a otra pareja que nos recomendaba pedir, y no nos supieron decir, es que ¡Todo esta bueno!. Ya instalados veíamos de un lado para otro a ver que se nos antojaba y realmente todo se veía delicioso.
Y no nos engañaron, todo estaba tan rico que sería prácticamente una grosería dejar algo en el plato. Doña Chata, nos falta un desayuno y una comida así que amenazamos con volver.
¡Volveremos!
Quiero decir que toda la gente de Guadalajara y lugares vecinos fueron muy amables, los policías, meseros, los vendedores, las personas, realmente se toman la hospitalidad muy en serio y dan ganas de regresar.
Queda pendiente una visita a Tonalá, pero será para la próxima.
Que buen tour se aventaron por allá! Guadalajara es una de esas ciudades que me han quedado ganas de visitar. Eso sí, no vi en las fotos ni birria ni tortas ahogadas, no se si las hayan probado. Saludos!
No hubo oportunidad, bueno si hubo una, pero no le vimos mucho el caso a una torta ahogada…:)
Jajajaja, lo se, creo que por eso no fuimos 🙂
¡Qué padre! Siempre es bueno tomarse unos días y cambiar de aires 🙂
Guadalajara me parece una de las ciudades más bellas y ecléticas que tenemos en México, eso sí, no dejes de ir a TONALÁ, tu chaparrita querrá traerse todo el pueblo, está todo precioso y muy económico 🙂