Un recorrido nostálgico por los reproductores musicales de mi vida.

En una charla de sobremesa me preguntaron ¿Qué es Spotify? y se me complicó un poco la explicación. Intenté de la mejor manera establecer todo en términos que fueran sencillos de entender con algo de éxito.

Al plantear la respuesta vinieron a mi mente una larga lista de reproductores de música a los que he tenido acceso en mi vida. La lista creo que es interesante y quiero compartirla con ustedes.

La tornamesa portátil

Aún tengo vagos recuerdos de este reproductor de LP’s, tenía forma de un pequeño maletín de madera. Al abrirlo estaba el plato, una pequeña bocina y un listón sujetaba el brazo con la aguja.

Tornamesa portátil.
Mi tornamesa no era igual a esta, pero se le parecía.

En él escuchaba los discos del gran CRI CRI, que era el hitazo infantil de la época y creo que como él no hay otro. Recuerdo cuando me compraron el disco de aquel grupo infantil español Parchís y todo el día me pasaba cantando -¡Yo soy la ficha roja! y así.

El problema de los LP es que no eran muy kids friendly, muchas veces se rayaban, había misteriosos eventos con las agujas y eso de «portátil» es un decir. Claro que lo podías llevar a todos lados pero no tocando música.

Portada de un álbum de Iron Maiden.
Estas portadas no pasaban desapercibidas.

Un detalle a considerar en los discos LP era el diseño de sus portadas, era tan importante como la música. Algunas portadas se hicieron icónicas y trascendieron. Una portada atractiva vendía más, por eso la imagen del artista, algún concepto artístico llamativo, muchas eran geniales.

Si en lugar de la foto del artista veías una chica en bikini era una señal inequívoca de que el cantante o los integrantes del grupo musical eran muy feos, aunque habían sus excepciones.

El Radio

Al igual que muchos de nosotros el radio tuvo una etapa importante en mi vida. En la secundaria tuve un radio reloj despertador, uno de esos con grandes números en color rojo que me despertaba con las melodías de moda.

El famoso radio reloj despertador.
Un aparatito como este me acompañó en buena parte de mi vida escolar.

Con solo encender el aparato podías escuchar música, noticias, radionovelas. A 10 cuadras de distancia se escuchaba el grito de KAAAAALIIIIMAAAAAN que inmediatamente llamaba la atención del radio escucha. Es increíble cómo se armaba toda una situación en tu cabeza con las voces de sus protagonistas y complementado con los efectos de sonido que eran producto de un gran ingenio.

Y cómo olvidar ese monólogo que gritaba ¡Solo tengo 17 añooooooos!, si que daban ganas de comenzar el día con tanto «optimismo».

No solo eso, el radio cumplía con una función social importante. En mi bien amado Jerez Zacatecas, la estación local enlazaba a los parientes que estaban en Estados Unidos con sus familiares en las rancherías.

El fallecimiento de un ser querido era anunciado con detalles sobre su funeral. Con una persona que lo escuchara era más que suficiente para que todo el rancho se enterara.

Un detalle curioso más, en casa de mi abuelita había un radio especial. Uno de aquellos de 5 bandas con un cantidad enorme de estaciones y no solo eso, también incluía nombre de ciudades lejanas como Tokio, Londres, Moscú o el Vaticano. Un día jugando con él logré sintonizar una voz que hablaba en un idioma totalmente desconocido para mi, ese radio era la onda ¡Literal!.

radio vintage 5 bandas.

Las grabadoras, el walkman y el cassette.

Un buen día mi papá me dio un aparato rojo compacto en el que se le podían colocar cintas de audio. Fue este invento revolucionario el que dio inicio a toda una era.

La onda del walkman es que podías escuchar tu música en todas partes sin molestar a los demás. Tu única preocupación era tener baterías suficientes y claro, dinero para comprarlas.

En contraparte, las grabadoras eran para compartir la música con todo el mundo. Había un mercado impresionante de estos aparatos. Entre más grande, con mayor potencia y con más foquitos mejor, realmente era una exageración. Las mejores tenían doble casetera, un sistema que reproducía el Lado B sin sacar la cinta y OMG un sistema de copia rápida, pues porque para eso querías la doble casetera.

reproductor de doble cassette. Estas grabadoras eran la onda.
Más vale que tuvieras dinero para las baterías con este modelito.

Eso de ir por el mundo cargando con la grabadora al hombro si pasó joveneshhhh.

Recuerdo aquellos cassettes negros Memorex de 90 minutos o los Sony Metal de color plateado. Se suponía entregaban una calidad de audio superior. Y también recuerdo ese escalofrío que pasaba cuando el reproductor «se tragaba la cinta».

El famoso cassette Memorex de 90 minutos.
¿Les trae recuerdos esta imagen? 

Lo primero era retirar la cinta con cuidado para evitar romperla, aunque siempre terminaba como acordeón. Luego el ritual de ondear el cassette como matraca con una pluma Bic para rebobinarla. Algunos para evitar esto soplaban y le daban golpecitos a la cinta antes de reproducirla, nunca supe si servía para algo.

Mi paso por la radio.

Tuve un breve paso por la radio, mi puesto era  el de Operador de cabina.

Ahí tuve a mi disposición varios reproductores de música. Por ejemplo, todos los comerciales, la hora, temperatura y los jingles estaban en cartuchos de 8 tracks. Las canciones en singles de 45 revoluciones.

La voz del locutor estaba en un reproductor de cinta magnética. Nooo el locutor no estaba en la estación, llegaba a cierta hora del día, grababa su voz y se retiraba a su casa.

En este tiempo empezó a invadir un nuevo producto, el famoso Compact Disc.

Sin embargo, no pegó en la estación en la que estaba. Decían que se rayaba fácilmente (cosa que era cierto) y en su lugar migraron todas las canciones a un dispositivo nuevo, el DAT (Digital Audio Tape) que era una chulada.

Piensen en el como un VHS pero pequeñito, calidad de audio digital con la posibilidad de ir directamente a la canción que ustedes eligieran.

Para que tengan una mejor idea de lo que era el DAT.

En poco tiempo, todo el estante superior que contenía discos de vinilo fue reemplazado por una pequeña sección con DATs.

A pesar de sus ventajas, el DAT no se popularizó. Cosas que pasan.

Aquí también conocí a La tremenda corte, que en aquellos días creí que solo era un programa de radio y posteriormente me enteré que también era de televisión. Es curioso, porque mucho tiempo después pude conocer visualmente a los actores hasta ese momento solo existían en mi cabeza.


En esta etapa fue cuando adquirí mi gusto musical, fue una buena época para la música.

El que lo cambió todo, el MP3.

De buenas a primeras llegaron las siglas que cambiarían a toda la industria de la música, el MP3.

El MP3 lo cambió todo, la forma en que se conseguía la música. Ya no era necesario ir a comprar un CD, ¿Para qué? si existían programas como Napster o el Ares. Claro, a la velocidad de una conexión por módem telefónico, pero en aquellos días éramos más pacientes.

Y luego llegó al iPod con la capacidad de almacenar una enorme cantidad de canciones en el bolsillo de tu pantalón.

El iPod fue el que impulsó a Apple a otro nivel, no fueron las computadoras.

¿Se acuerdan de aquellos grandes aparatos a los que les llamaban modulares?. Se les llamaban modulares porque una sección era el radio, otra la tornamesa, una más la casetera, el amplificador y las bocinas. Todo eso ocupando una gran cantidad de espacio en la sala.

Ahora con una bocina que tenga un puerto USB o conexión Bluetooth es más que suficiente para pasar una buena velada, a eso hemos llegado.

La música como un servicio.

Varios servicios de música por internet.

Muchas veces llegué a comprar un CD solamente por una canción que era la que estaba de moda. Las demás no importaban, si quería una rebanada tenía que comprar el pastel completo.

La industria estaba en crisis, la feroz competencia que ofrecía música de calidad aceptable a un precio insuperable marcaba el fin de una era. La música como un producto.

Surgieron varios sitios que ofrecen toda la música que quiera escuchar por una cuota mensual razonable. Y ese fue el éxito de Spotify con la ventaja de que es legal.

Bueno amigos, este ha sido un breve repaso por la historia musical de mi vida ¿Qué les pareció? ¿Se me pasó algo?, espero sus comentarios.

7 comentarios en «Un recorrido nostálgico por los reproductores musicales de mi vida.»

  1. Creo que el mérito del mp3 no viene del iPod, al contrario, nunca tuve uno pero no dejaba meter mp3 en el (las jaulas típicas de Apple).

    Quizá el éxito, fue por la combinación de winamp y la red de intercambio napster, yo no tenía Internet en casa y un amigo me pasaba las canciones por disquetes.

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    • Bueno, creo que la combinación del mp3, internet y Napster cambiaron la industria. De ofrecer un producto a un servicio.

      Saludos MD 🙂

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  2. Que bueno que te gustó, se me pasó mi primer stereo modular era una AIWA y como mencionas tenía triple bandeja de CD’s. El primer CD que compré fue Tributo a José José… algunas canciones no estaban tan bien, pero la portada era genial. 🙂

    Tributo a José José

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  3. Bueno, me encantó el recorrido.
    Mi mamá tenía un tocadiscos portatil, y también escuchábamos a Cri-Crí en él.
    A los Parchís los escuchaba ya en el tocadiscos de mi casa.
    Mis papás tenían una consola de esas antiguas, se escuchaban estaciones de otros países como mencionas, a veces nos poníamos en la noche a ver, a oír otros idiomas.
    Tuve grabadora, doblecasetera, walkman y modular con 3 CD’s.
    Ahorita con lo que escucho música es con la compu cuando trabajo y con el celular cuando hago el quehacer…
    ¡Me he puesto nostálgica!
    No conocía los DAT.
    La tremenda corte era muy popular en mi casa, entre mis abuelitos y tíos.
    ¡Qué tiempos aquellos señor Don simón!
    Un abrazo!!!

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